¿Debe testificar en su propia defensa?

Su futuro está en juego cuando se le acusa de un delito penal. Para defenderse lo más agresivamente posible, la asertividad es crucial. Esto lleva a muchos a considerar testificar en su propia defensa. Tienen la esperanza de que al hacerlo tendrán la oportunidad de explicar las sospechas, desacreditar las pruebas perjudiciales y convencer al jurado para que les absuelva. Pero los juicios de la vida real no siempre se desarrollan como se pretende, y testificar en su propia defensa puede ser extremadamente arriesgado.

En este post queremos profundizar en los peligros de testificar en su caso penal.

Los riesgos de testificar en su defensa

Hay varios riesgos asociados con testificar en su defensa. Aunque pueda pensar que tiene todo el control cuando testifica, puede que no sea así. He aquí por qué:

  • Estará sujeto a contrainterrogatorio: Mientras que usted puede preparar su propio testimonio directo con su abogado defensor antes del juicio, el fiscal va a tener la capacidad de interrogarte. Aunque pueda anticipar algunas de las preguntas que le harán, es posible que le pillen por sorpresa. Y si no tiene respuestas contundentes y convincentes, puede quedar mal ante el jurado o ser sorprendido mintiendo sobre un elemento clave del caso.
  • Tu carácter puede convertirse en un problema: Aunque usted quiera que el jurado le tome la palabra cuando testifique, la acusación va a desplegar tácticas para intentar disminuir el valor de su testimonio y el peso que el jurado le asigne. Una forma de conseguirlo es atacar su carácter. Los fiscales pueden destacar actos desagradables en los que haya participado, o pueden señalar algunos de sus antecedentes penales. Sin embargo, estos ataques a su carácter pueden evitarse si renuncia a testificar en su caso.
  • Puede que el jurado no te vea con buenos ojos: Si usted testifica, el jurado va a escudriñar cada aspecto de su comportamiento y de las palabras que diga. Incluso su tono de voz puede acabar resultándoles desagradable, independientemente de lo que diga en realidad. Por lo tanto, a pesar de sus mejores esfuerzos, puede acabar perjudicando la credibilidad de su teoría del caso.
  • Puede que no tengas tanto que ofrecer como crees: Claro, testificar en su propia defensa le da la posibilidad de enfrentarse a las acusaciones de frente, pero puede que no sea capaz de proporcionar tanta información valiosa. Después de todo, probablemente haya otros testigos y documentación en los que pueda confiar para probar su caso. En esos casos, arriesgarse a testificar probablemente no merezca la pena.

Elaborar la mejor defensa penal posible en función de sus circunstancias.

Con su libertad y su futuro en juego, no puede permitirse presentar nada menos que el la defensa penal más sólida posible dadas las circunstancias. Por lo tanto, cuanto antes empiece a reunir pruebas y a desarrollar su estrategia jurídica, mejor.

No se deje intimidar por el proceso hasta el punto de tener demasiado miedo para actuar. Si usted necesita una mano de ayuda en la creación de una defensa penal eficaz, a continuación, asegúrese de buscar el apoyo que necesita, que puede ser garantizada por un abogado, miembros de la familia, amigos e incluso profesionales de la salud mental.

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