Aumentan las víctimas mortales en accidentes de tráfico en el North Carolina

En los últimos años en North Carolina, la vida de las personas ha cambiado drásticamente debido a los problemas nacionales actuales. Trabajar desde casa, perder el empleo, tener que adaptarse a cambios en el panorama personal y profesional... han sido retos a los que la gente se ha visto obligada a enfrentarse.

Al salir, también se han producido cambios inesperados en el comportamiento de la gente en la carretera. Esto pone en peligro a conductores, motoristas, ciclistas y peatones. Teniendo en cuenta los problemas a los que la gente puede enfrentarse después de haber resultado herida en un accidente de tráfico, es importante pensar en formas de evitarlos. Desafortunadamente, en muchos casos, no se pueden evitar y navegar por la letanía de problemas que se enfrentarán puede requerir ayuda.

Las autoridades de North Carolina buscan mejorar la seguridad

En 2021, North Carolina tuvo un preocupante número de accidentes de tráfico graves. High Point tuvo 2.150 accidentes con 10 víctimas mortales; Winston-Salem tuvo 9.261 accidentes y 29 muertes; y Greensboro tuvo 9.312 accidentes y 57 muertes. Los accidentes eran tan frecuentes que el director del programa de seguridad vial del gobernador del estado está empujando para la acción. Una idea es que haya una "Comunidad Visión Cero" que ponga en marcha diversas medidas de protección. Eso puede incluir la colocación de badenes en carreteras donde se sabe que los conductores van a gran velocidad. También se analizarán las intersecciones donde son frecuentes los accidentes y se cambiará la forma en que están diseñadas muchas carreteras. Se sabe que los conductores superan el límite de velocidad, se ponen al volante bajo los efectos del alcohol y se distraen.

Los investigadores lamentan el aumento de los peligros e intentan hallar respuestas

La Administración Nacional de Seguridad en el Transporte por Carretera (NHTSA) dio a conocer las cifras de 2021 de accidentes mortales de automóvil y encontró hubo un aumento de más de 10% en comparación con 2020. En total, más de 43.000 personas perdieron la vida. Nunca se había producido un aumento porcentual tan masivo de las muertes en carretera. Desglosando las cifras, se produjeron aumentos de 16% en las colisiones en las que se vio implicado más de un vehículo, así como en las muertes en vías urbanas. Las personas mayores fueron cada vez más vulnerables, con un aumento de 14% en las víctimas mortales mayores de 65 años; y 13% más de peatones perdieron la vida.

Los investigadores ofrecieron varias explicaciones posibles, como el tamaño cada vez mayor de los vehículos, el exceso de velocidad de los conductores, la escasez de aceras y pasos de peatones, la falta de señales de tráfico y la infraestructura poco propicia para la seguridad. También se cree que contribuyeron los recientes problemas de salud, ya que los conductores tenían libertad para sobrepasar el límite de velocidad e infringir la ley debido a que las carreteras estaban más vacías y la aplicación de la ley era menos estricta.

Las consecuencias de los accidentes de tráfico pueden ser duraderas.

Una persona trabajadora que sale a la carretera puede ver cómo su vida cambia radicalmente o perderla por completo en un instante. Esto puede ocurrirle a cualquiera sin previo aviso. Contar con ayuda profesional es crucial, pero es especialmente vital encontrar una orientación solidaria que piense ante todo en las necesidades de la persona. Que vaya más allá del componente financiero y se centre en cómo ayudar a una persona que está lidiando con las secuelas de un accidente de tráfico. Los costes médicos, los salarios perdidos y las preocupaciones a largo plazo serán de importancia primordial para una familia y tener una representación que entienda eso puede ser una parte crucial de una recuperación completa en todos los aspectos.