La mayoría de los adultos residentes en Charlotte son conscientes de las sanciones penales que puede acarrear la conducción de un vehículo en estado de embriaguez. Lo que es menos conocido son las penas que pueden imponerse a alguien que sirve una bebida alcohólica a alguien que está obviamente intoxicado. El sitio detención reciente de una camarera de la zona Charlotte y los cargos penales que se han presentado contra ella demuestran las dificultades legales a las que puede enfrentarse una persona que infrinja lo que se denomina la "ley de bebidas alcohólicas" del estado.
El 22 de febrero de 2021, un camarero de la Taberna Beantown en Charlotte sirvió una bebida a una mujer que supuestamente había consumido casi tres veces el límite legal de alcohol en North Carolina. A continuación, la mujer intoxicada salió del bar y colisionó con otro coche, causando lesiones graves al conductor de ese vehículo. Al ver signos de evidente intoxicación en la conductora, la policía tomó una muestra de alcohol en sangre y descubrió que su contenido de alcohol en sangre era de 0,2%, casi tres veces el límite legal. Tras acusar a la mujer de conducir ebria, los investigadores rastrearon las actividades de la mujer antes del accidente. La investigación condujo al camarero de la Taberna Beantown.
La camarera había infringido tanto la ley estatal como las normas de la taberna al servir una bebida a la mujer cuando ésta se encontraba en evidente estado de embriaguez. Fue detenida por agentes de la División de Aplicación de las Leyes sobre Alcohol del estado. Los investigadores también acusaron al bar de infringir las normas estatales, entre ellas la de permitir que los empleados sirvieran alcohol después de haberlo consumido ellos mismos. Tanto el camarero que sirvió la bebida a la conductora ebria como el bar se enfrentan a sanciones reglamentarias, posibles cargos penales y posibles reclamaciones de responsabilidad civil.
Cualquier persona o establecimiento que se enfrente a cargos similares puede beneficiarse de consultar a un abogado con experiencia en la defensa de delitos relacionados con el alcohol. Un abogado experto puede evaluar las pruebas, proporcionar una estimación de la probabilidad de imposición de sanciones penales, sugerir defensas legales disponibles y, si procede, negociar un acuerdo aceptable con el fiscal.