Al trabajar en hostelería, hay muchas cosas que puedes hacer y que pueden provocarte lesiones. Podría golpearse accidentalmente la mano en una puerta. Podría tropezar y golpearse la cabeza en la piscina del hotel. Podrías tirarte de espaldas mientras limpias el baño después de que se vaya un huésped.
Decenas de situaciones diferentes pueden provocar lesiones. Estas tres son más comunes que otras, y hay que tenerlas en cuenta.
Algunas de las causas más comunes de las lesiones hospitalarias son:
Las lesiones de espalda, por ejemplo, pueden incluir hernias discales, distensiones o esguinces. Hay que enseñar a los trabajadores a levantar objetos correctamente y a utilizar herramientas para levantar objetos pesados cuando sea necesario. También puede ser útil levantar objetos en equipo.
Accidentes por resbalones y caídas también pueden provocar lesiones importantes, como torceduras de tobillo, traumatismos craneoencefálicos y fracturas de muñeca. Utilizar señales de suelo mojado e identificar y reparar periódicamente los peligros de caída puede reducir el riesgo de que se produzcan estos accidentes.
Por último, existe el riesgo de entrar en contacto con productos químicos peligrosos. Si estás limpiando el hotel, puedes estar expuesto a lejía, amoniaco, limpiador de líneas de cerveza u otros. Algunos de ellos pueden provocar ceguera o afectar a la respiración, causar quemaduras o incluso provocar cáncer. Utilizar una buena ventilación y el equipo de protección individual adecuado es esencial cuando se trabaja con cualquier producto químico peligroso en el trabajo.
Estas son tres causas comunes de lesiones en hostelería y cómo prevenirlos. Si se lesiona, recuerde que la indemnización por accidente laboral puede cubrir sus pérdidas. Puede cubrir tus necesidades médicas, los salarios perdidos y mucho más si necesitas atención médica o no puedes volver al trabajo.