Los inmigrantes siempre han sido una parte fundamental de la composición de Estados Unidos. Casi todas las personas que viven en el país son inmigrantes o descienden de uno de ellos. Esa importancia sigue existiendo hoy en día y este país continúa siendo un centro neurálgico de la inmigración en el mundo, como lo será en las generaciones venideras.
Los estudios más recientes indican que alrededor de 13,7% de personas que viven en Estados Unidos con una población de más de 327 millones de habitantes- son inmigrantes. Esta cifra supone un gran aumento con respecto a un estudio realizado en 1970, en el que se constató el total más bajo registrado: sólo 4,7%. En 1890, los inmigrantes representaban alrededor del 14,8% de la población estadounidense. Está claro que en los últimos 50 años ha habido un impulso a la inmigración.
Por ello, los inmigrantes pueden plantearse muchas preguntas. ¿Dónde van a trabajar y vivir? ¿Qué trámites necesitan para conseguir trabajo o vivienda? ¿Qué deben hacer si quieren traer a sus familiares a vivir con ellos y reunir a la unidad familiar? ¿Qué derechos tienen como inmigrantes y cómo afecta su situación a esos derechos? ¿Qué deben saber sobre las políticas de inmigración actuales?
Todas estas preguntas son importantes, y quienes las formulan deben trabajar con un equipo experimentado que pueda guiarles hacia adelante.